lunes, 25 de mayo de 2015

MAYO: MES DE LOS ZAPALLOS. MERMELADA Y ZAPALLO EN ALMIBAR

Hace tiempo tenía ganas de hacer alguna mermelada casera, la última que hice fue una mermelada de quinotos que yo misma arranqué del árbol en la casa de mi madre hace unos cuatro o cinco años atrás, y en esta época no podía elegir otra cosa que no fueran zapallos. Fuimos a la feria del barrio y volví con 10 kilos de zapallo!



La idea inicial era hacer mermelada, cuando me di cuenta que era mucho lo que había comprado y todo eso no entraba en la olla más grande que tengo en casa empecé a picar trozos más grandes y además de mermelada salieron unos ricos zapallos en almíbar. 



Lo primero que deberán hacer es pelar y cortar el zapallo, les recomiendo un cuchillo firme y bien afilado, es la parte más aburrida sin dudas pero les aseguro que vale la pena. Para la mermelada los trozos deben ser pequeño y bastante finos, para los zapallos en almíbar deben cortar cubos más grandes.
Atención: no tiren las semillas! les tengo reservada una sorpresa.


El siguiente paso es agregar azúcar al zapallo que haremos mermelada, 600 gramos de azúcar por kilo de zapallo y dejamos reposar una hora. Al resto del zapallo debemos cubrirlo con agua, agregar cinco cucharadas de cal y dejar reposar tres horas. Este paso es el que logrará la costra tan rica que se forma por fuera del zapallo, a mayor cantidad de cal y tiempo de reposo más gruesa será esa costra. Luego se enjuaga muy bien para retirar la cal, agregamos 700 gramos de azúcar por kilo de zapallo y reposa por ocho horas.


La cocción en ambos casos es a fuego lento y requiere de atención para evitar que se pegue al fondo de la olla y empiece a quemarse, sobre todo cuando el dulce empieza a tomar mayor consistencia.


Ahora nos podemos ocupar de las semillas. Sabían que las semillas de zapallo tienen un alto contenido proteico? Yo lo desconocía hasta hace poco tiempo y era una de las que creía que era un desperdicio más del zapallo, pues no, nada de tirarlas a lavarlas e incluirlas en nuestra alimentación.


En este caso las dejé en remojo con agua y luego las procesé hasta obtener una pasta. 


Como la mayoría de los alimentos, las semillas también pierden parte de sus nutrientes con la cocción por eso reservaremos esta pasta para agregarla a la mermelada en los últimos momentos de su cocción. Mantenemos unos minutos más en el fuego hasta que se incorporen totalmente.


En cuanto al tiempo total de cocción, si bien dependerá un
poco del nivel de fuego que le proporcionen, puedo decirles que en mi caso y a fuego lento la mermelada llevo tres horas y media y los zapallos en almíbar cuatro horas. De todos modos lo mejor es observar cuando toma el color y la consistencia adecuada: la mermelada no puede estar muy líquida, debe tener un color no muy oscuro (esto nos indica que se ha quemado) y brillante; los zapallos en almíbar también deben tener un color claro y conservar bastante almíbar, evitando su evaporación por exceso de cocción.



lunes, 11 de mayo de 2015

PANES INTEGRALES



FIN DE SEMANA LARGO + LLUVIA= COCINA
Esta ecuación parece ser el mejor resumen del pasado fin de semana largo con motivo del día de los trabajadores: lluvia y mucha humedad impidieron que me dedicara a algunos trabajos de restauración que tengo iniciados, pues como ustedes saben la humedad ambiental no se lleva bien con los pinceles. Tiempo libre por un lado y tiempo feo por otro fueron los aliados ideales para dedicar algunas horas a la cocina las que fructificaron en unos ricos panes integrales y unos pancitos de salvado. Les dejo las recetas para que se animen a probarlos y les adelanto desde ya que no son de gran complejidad.


El pan tipo baguette es el pan integral, los redonditos son los pancitos de salvado


La harina integral, a diferencia de la harina blanca o refinada, es el resultado de la molienda del grano de trigo entero sin quitar ninguna de sus partes, conserva de este modo una gran cantidad de fibra (contiene 3 veces más fibra que la harina blanca) minerales y vitaminas que se traducen en un mayor valor nutricional que la harina refinada. Por su alto contenido en fibra el consumo de este tipo de alimentos favorece el tránsito intestinal, reduce la glucemia y previene el cáncer de colon entre otros beneficios.


Pancito de salvado con humus de lenteja

Y si las anteriores razones no son suficientes para convencerlos, hay una más: estos panes son deliciosos, ideales para comer calentitos, solos o acompañados.


Pancito de salvado relleno de queso colonia

PAN INTEGRAL (receta para dos panes como los de la foto)


Ingredientes:
1/2 kilo de harina integral
300 ml de agua
2 cucharaditas de levadura en grano
40 g de margarina
10 g de sal

Preparación:
Disolver la levadura en parte del agua tibia con una pizca de azúcar y dejar espumar. Colocar la harina con la sal en forma de corona y agregar en el centro la margarina cortada en trozos, la levadura y el resto del agua. Incorporar todos los ingredientes formando una masa suave, si ven que está muy dura le pueden agregar un poco más de agua. Dejar reposar unos 30-40 minutos para que leude.
Tengan en cuenta que cuando digo suave es teniendo en cuenta que estamos trabajando con harina integral y no será nunca tan suave y liviana como una masa con harina refinada, me refiero a que no esté demasiado dura y les permita amasarla sin dificultad.
Amasan para desgasificar, dividen la masa en dos partes iguales y forman los panes haciendo dos o tres cortes en diagonal en la parte superior. Dejar reposar otros 30 minutos.
Se cocinan en horno a 200ºC por unos 35 minutos


PANCITOS DE SALVADO (aprox. 15 unidades)

Ingredientes:
750 g harina refinada
250g salvado de trigo
20 g sal
2 cucharaditas de levadura
10 gramos de stevia (equivale a unos 30 grs. de azúcar común)
70 g margarina

Preparación:
Disponer la harina mezclada con el salvado y la sal en la mesa en forma de corona y agregar en el centro la levadura (previamente fermentada con agua tibia y el azúcar) y la margarina cortada en trozos. Se mezcla poco a poco formando una masa lisa y se agrega agua en la medida de lo necesario. Dejar reposar por 30 minutos, desgasificar la masa y formar bollitos. Dejar reposar los bollitos por otros 30 minutos y luego hornear a  190ºC durante 30 minutos.

Claves
- El reposo de la masa debe ser en un lugar templado y debe cubrirse la misma, con un paño dirían nuestras abuelas que no conocieron el papel film pues yo prefiero este último, bien cerradito y en el lugar más templado de la casa.
- La cocción de este tipo de panes es conveniente realizarla con algo de vapor lo que logramos colocando una asadera con agua en el piso del horno, teniendo cuidado de ir reponiendo agua durante la cocción

Bon appétit!